Analizando los datos de la tasa de mortalidad médica durante un periodo de ocho años, los expertos en seguridad del paciente de Johns Hopkins han calculado que más de 250.000 muertes al año se deben a errores médicos en EE.UU. Esta cifra supera a la tercera causa de muerte según los CDC: las enfermedades respiratorias, que matan a cerca de 150.000 personas al año.
La negligencia médica se produce cuando un profesional de la salud proporciona un tratamiento que se desvía de las normas de atención aceptadas dentro de la comunidad médica, causando así lesiones a un paciente. Si un médico, un cirujano, un hospital o cualquier otra persona ha cometido una negligencia médica, puede ser responsable de las pérdidas resultantes.
Es difícil saber con exactitud cuántas muertes se producen por errores médicos, ya que la "mala praxis médica" no es la causa de muerte que comunican los médicos forenses.
Por ejemplo, si a un paciente se le administra la medicación equivocada y sufre un infarto mortal, la causa oficial de la muerte es "infarto de miocardio", aunque esa muerte innecesaria podría haberse evitado con un mejor cuidado y atención por parte del médico, la enfermera o el hospital.
La negligencia médica se refiere a un acto u omisión negligente. Si una víctima puede demostrar que el acto negligente fue directamente responsable de su lesión, puede recibir diversos daños y perjuicios (por ejemplo, gastos médicos, salarios perdidos y sufrimiento emocional).